Primera mision(llegada a la taberna y pasando la noche)

Al llegar a su destino, el pueblecito entre caminos, la noche ya había llegado, la luna brillaba intensamente pero era opacada por tenebrosas y lugubres nubes negras que que cubrían de sombras la tierra, el soplar del viento era suave y lento, parecía que acariciaba las hojas de los arboles como una mano suave que toca a la mujer mas hermosa, pero aun en su suavidad el viento hablaba con las criaturas de la noche con pequeños susurros, todos estos seres desde las sombras emitían toda clase de sonidos, aquella espeluznante noche podría haber eliminado cualquier pizca de valor de la mayoría de los hombres cuerdos, sin embargo el joven Tobirama no era como cualquier hombre, era ligeramente disparatado y después de haber enfrentado a la muerte la primera vez que enfermo de gravedad y tener una sentencia de muerte en su cuerpo, le daban una perspectiva diferente, se podría decir que no tenia temor a nada.

Cuando entro a aquel pueblecito noto los postes con luz, las pequeñas casas de las cuales también salían rayos de luz por la ventanas, todas estas casas hechas de madera y con un acabado simple, un pueblo que parecía humilde. Al doblar en una esquina de dicho poblado noto un par de comercios destinados sin duda a los viajeros ya que este lugar era un punto muy transitado por su colocación geográfica, dentro de los establecimientos que vio se encontraba la taberna, lugar donde recogeria el pergamino que le permitiría completar su misión, asi que apresuro su paso un poco para llegar rápidamente.

La taberna era un establecimiento bastante sencillo un edificio cuadrangular, al entrar se lograba observar la barra junto al muro de la derecha, había un estante con gran cantidad de botellas y a un costado del estante había una puerta, frente a esta barra se encontraban las mesas, en el muro posterior había una pequeña escalera que conducía al segundo piso donde se encontraban un par de cuartos, y bajo aquella escalera un par de puertas que parecían ser los baños.

Al entrar a la taberna el joven genin logro observar a la clientela que se le podría decir "tradicional" respecto al tipo de establecimiento, un par de hombres que parecían los bebedores del pueblo y lo que parecía haber en mayor cantidad, viajeros, unos jóvenes, otros anciano, pero de entre toda esta clientela un hombre resaltaba, en lo mas recóndito en la ultima de las mesas junto a la unión del muro izquierdo con el posterior a unos cuantos pasos de la escalera que conducia al segundo piso se encontraba un hombre, cubierto totalmente por una gabardina negra, un sombrero que cubría su rostro, su aura era enigmática, tenebrosa y sombría, sin duda nada bueno planeaba o al menos es lo que percibía el ninja recién llegado.

Tras haber analizado a los presentes en aquella taberna el genin se acerco a la barra donde se dirigió al encargado.

-Buenas noches, vengo por parte de la aldea de Konoha, vengo por un pergamino, sabe algo de eso?-

Un hombre, ligeramente gordo, con un bigote poblado y una barba mal rasurada responde.

-Aaa, tu eres el ninja que enviaron??, si si ya se de que pergamino hablas, espera un momento llamare al dueño el tiene ese pergamino que buscas-
Luego de aquellas palabras el cantinero lanzo un grito
-Yumi !! te buscan por lo del pergamino-

Tras aquel grito la puerta que se encontraba detrás de la barra se abrió y salio una joven de belleza sublime, tenia unos ojos cafe claros, su cabello largo que llegaba poco mas abajo de sus hombros el color era un rubio-castano, delgada con las proporciones femeninas justas, su piel mas blanca que la mayoría de las personas sin llegar a ser pálida, sus labios tiernos, las facciones de su cara eran finas, el ser mas hermoso que podía existir y estaba frente aquel ninja de konoha, y lo único que pudo decir fue...

-Tuu tu tu, hola, aa me me, a si , soy , ama am soy, aaaa, soy robimata, error soy ritobama, am em ese no es mi nombre-

Luego de haber dicho mas que balbuceos y estupideces aquella joven hermosa rio y respondió

-Jejeje, eres medio tonto pero gracioso, supongo que eres un ninja de Konoha que viene por el pergamino que encontramos hace poco, o me equivoco?-

El senju respiro para así responder -Si yo soy de Konoha y si vine por el pergamino y por cierto soy Tobirama Senju-

Todas estas palabras fueron rápidas y cortantes, en una ambiente general Tobirama era confiado pero hablar con las mujeres lo volvia un ser idiota, tímido, sin confianza, básicamente un inútil en lo que se refería a dirigirse a una mujer y el hecho de que la mujer a la que se dirigía fuera la poseedora de una belleza sin igual agravaba su situación de torpeza.
Luego de que el novato de Konoha terminara de confirmas las suposiciones de la joven ella respondió.

-Bueno aqui tienes-dijo mientras entregaba el pergamino al ninja-ahora podrás regresar a tu aldea, pero te recomiendo que lo hagas mañana por la mañana pues ya es noche y es peligroso, deberías dormir en una de las habitaciones que tenemos para viajeros en el segundo piso-dijo mientras señalaba las escaleras- bueno me voy que tengo cosas que hacer, por cierto si no lo sabes mi nombre es Yumi.-

Luego de esto la joven dio media vuelta abrió la puerta detrás de la barra y desaparecio de la vista del genin, que había quedado completamente atontado, sin duda la flecha del amor había atravesado su corazón en el instante que observo a la bella dama, aun en un estado de ligera estupidez siguió el consejo de Yumi y se dirigió al segundo piso a una de las habitaciones donde pasaria la noche, pero algo que el ninja no pudo notar debido a que se encontraba absorto en pensamientos e ilusiones romaticas fue que aquel ser enigmatico que noto al entrar a la taberna habia clavado su mirada en el pergamino que le habia sido entregado.

El ninja sin darse cuenta de esto siguio su camino hasta el segundo piso donde entro en una habitacion para pasar la noche y descansar pues al siguiente dia emprenderia su regreso a Konoha.

OFF:
Narro
Hablo
Pienso
Cantinero
Yumi

Toda la noche el joven Senju paso viendo el techo del cuarto pensando en aquella joven y lo único que repetía en su mente era su nombre.

"Yumi, Yumi, o Yumi eres hermosa"

Cuando por fin dejo de pensar en ella y logro conciliar el sueno.

A la mañana siguiente por una pequeña ventana que había en el cuarto penetro el primer rayo de luz del día, un rayo cálido y suave que pareciera el rose entre la piel de dos personas, al momento de que este rayo toco la mejilla del joven senju este se despertó de un salto para exclamar mientras llevaba su mano a su pómulo.

-Yumi!-

Confundió aquel cálido sol con una acogedora caricia, al darse cuenta de que todo fue un error, pensó.

"No pensé que una mujer pudiera tener ese efecto en mi"

Tras ese pensamiento se levanto de su cama tomo su ropa y se vistió para luego bajar al primer piso y desayunar.

Después de bajar la escalera rechinante de madera se dirigió a la barra donde esperaba poder pedir algo de desayunar, el ambiente del lugar era tranquilo, los únicos presentes en el primer piso eran los que había usado las habitaciones la noche anterior, un par de viajeros jóvenes y aquel hombre enigmático, que se encontraba en la misma mesa que la noche previa, exactamente en la misma posición, el joven senju giro su cabeza y vio a aquel hombre.

"Habrá pasado la noche ahí?"

Mientras ese pensamiento cruzaba por su cabeza el encargado de la barra observo como el ninja veía a aquel hombre e interrumpió.

-Fue el primero en bajar estaba aquí antes que yo, y de igual manera fue el ultimo en subir a su cuarto, es un rarito como muchos que pasan por aquí no se por que lo ves así-

-Tiene algo raro que no me da buena espi....-

Antes de lograr terminar la oración Yumi salio de la puerta tras la barra y cuando el joven senju la observo se quedo paralizado, su corazón latía mas fuerte, su estomago tenia una sensacion extraña, sus labios tomaban la forma de una sonrisa nerviosa, su respiracion se aceleraba y daba grandes suspiros, su mirada se tornaba relajada, cuando la bella joven noto al ninja replico.

-Buenos dias Tobirama espero que hayas dormido bien, bueno te preparare algo de desayuno para que no te vayas a ir con el estomago vació. Sabes estas paredes son delgadas y si gritas algo fuerte se puede escuchar, se puede saber por que gritaste mi nombre en la mañana?-

La parte donde la bella mujer le ofreció un desayuno siendo que aun no lo pedía le saco al ninja de Konoha una gran sonrisa pero al momento que escucho la pregunta de por que el grito del nombre convirtieron esa sonrisa en una expresión de vergüenza, se sonrojo, su corazón latía con mas fuerza, por su frente pasaban unas cuantas gotas de sudor, su situación se había tornado difícil pues no sabia que decir.

"No le puedo decir que pensé que me había dado una caricia en la mejilla, tampoco le puedo decir que sone con ella por eso lo primero que dije fue su nombre, no le puedo decir nada de esto que le voy a decir??, aaa soy un idiota"

-Emm emm veras, en la mañana lo que paso fue que emm paso lo siguiente-en ese instante como un destello de luz una la respuesta ideal llego a su mente- Paso que no vi mi rompa por un momento por ningún lado y lo primero que hice fue gritar tu nombre para pedir ayuda pero cuando la encontré decidí que era mejor no gritar-

"Me he salvado por poco y quedo como un tonto"

-Asi que eso paso? de acuerdo me alegro que hayas encontrado tu ropa-

Luego de aquello un silencio sepulcral invadió aquella taberna, el joven ninja no emita ningún sonido por la vergüenza, la hermosa joven le preparaba el desayuno y el encargado de la barra se dedicaba a limpiar.

Un tiempo había pasado en total silencio cuando fue interrumpido por Yumi.

-Tu desayuno esta listo-

El joven senju agradeció solo con un gesto pues temía decir algo sin sentido, extendió su mano y tomo el plato con la comida, mientras comía contemplaba disimuladamente a la joven, verla lo hacia estremecerse ya que le proporcionaba una sensacion indescriptible que recorría cada centímetro de su cuerpo y le daba felicidad, cuando termino de comer se levanto de su silla vio a la joven y enuncio...

-Emm ya termine mi desayuno y regresare a Konoha, me pregunto si te puedo visitar algún otro día que no se relacione con asuntos oficiales o si quieres puedes ir a mi casa eres totalmente bienvenida, emm bueno me voy, adiós, nos vemos pronto, me tengo que ir, cuidate-

Cada expresión de despedida que decía iba acompañada de un paso lento que lo acercaba a la puerta, cuando al fin tomo la perilla escucho aquella voz angelical.

-Espero verte mas seguido por aquí o quizá te sorprenda y te visite ya veremos-

Sin girar su cabeza el joven extendió uno de sus brazos cerro su puno y alzo su dedo pulgar en señal de aprobacion, luego de esto giro la perilla y salio del lugar.

Estando fuera del lugar con el pergamino en su poder y con un nuevo día sonriendo el joven ninja de Konoha emprendió camino al Lago Luna.


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OFF:
Narro
Hablo
Pienso
Encargado
Yumi